La pandemia del coronavirus ha impedido que este año cerca de 4.000 niños saharauis hayan podido disfrutar del verano en España. Se han quedado sin «Vacaciones en Paz», como se llama el programa que desde mediados de los años ochenta permite aliviar, al menos durante los meses más calurosos, la situación de los niños y niñas de los campamentos de refugiados saharauis, que pasan esta temporada con familias españolas y de otros países europeos. Gracias a este programa, los niños y niñas saharauis pueden conocer otras formas de vida menos precarias de las que tienen en los campos de refugiados del desierto de Argel y, además, evitar las altas temperaturas que allí se sufren en esta temporada. Y ante todo ellos son los mejores embajadores para dar visibilidad a un pueblo que lleva en el exilio más de 45 años.
Ya que los niños y niñas no han podido salir de los campamentos este año, el Frente Polisario y toda la comunidad solidaria con el pueblo saharaui, se ha movilizado para llevar, en la medida de lo posible, el programa de Vacaciones en Paz al desierto del Sáhara. El objetivo es mejorar la calidad de los niños y niñas en los campamentos, estimulando al mismo tiempo su creatividad y todo su potencial. También es una oportunidad para que los niños se sumerjan por completo en la historia, las tradiciones y la rica identidad cultural de su pueblo. En cuanto a los chequeos médicos en España, éstos serán realizados por equipos médicos en los campamentos. Sus familias de acogida los esperan con los brazos abiertos deseando que pase pronto esta situación y poder abrazarlos de nuevo.